DON QUIJOTE
Un Ballet clásico en tres actos
Coreografía: José Carlos Martínez (inspirado en las versiones de Marius Petipa y Alexander Gorski)*
Música: Ludwig Minkus
Escenografía: Raúl García Guerrero
Figurines: Carmen Granell
Diseño de iluminación: Nicolás Fischtel (A.A.I.)
Caracterización, Maquillaje, Concepto y Realización de Pelucas: Lou Valérie Dubuis
*Coreografía Adicional de Bolero y Fandango: Mayte Chico
Duración: 2h
"El Ballet Don Quijote de Marius Petipa fue,
junto con El Lago de los Cisnes, uno de los ballets más populares en
Rusia, donde se creó en 1869 sobre una partitura de Ludwig Minkus. Esta
obra, llena de color, rompía con el universo de las criaturas
sobrenaturales o etéreas de los ballets clásicos del XIX, para poner en
escena a la gente del pueblo.
El libreto se basa en un episodio del segundo
volumen de El Quijote de Cervantes (capítulo XXI, “Donde se prosiguen
las bodas de Camacho y otros gustosos sucesos...”), y la acción se
centra más en los amores tumultuosos de Quiteria y Basilio que en las
propias aventuras de Don Quijote y Sancho. Basándome en la coreografía original de
Marius Petipa, y en las diversas versiones que he tenido ocasión de
bailar (Nureyev, Baryshnikov, Gorski), me ha parecido importante
mantener la construcción coreográfica del ballet, pero he querido darle
un matiz más poético al personaje de Don Quijote y a su búsqueda del
amor perfecto encarnado por Dulcinea. A su vez, era necesario acercarse
lo más posible a la esencia de nuestra danza. Me parece muy importante
que la producción de Don Quijote de una compañía española, aún siendo
una versión del clásico ruso-francés, sea realmente respetuosa con
nuestra cultura y nuestra tradición."JOSE CARLOS MARTÍNEZ
"Basilio se enamoró de Quiteria desde sus
tiernos y primeros años, y ella fue correspondiendo a su deseo con mil
honestos favores, tanto, que se contaban por entretenimiento en el
pueblo los amores de los dos niños Basilio y Quiteria. Fue creciendo la
edad, y acordó el padre de Quiteria de estorbar a Basilio la ordinaria
entrada que en su casa tenía; y por quitarse de andar receloso y lleno
de sospechas ordenó de casar a su hija con el rico Camacho, no
pareciéndole ser bien casarla con Basilio, que no tenía tantos bienes de
fortuna como de naturaleza, pues si va a decir las verdades sin
envidia, él es el más ágil mancebo que conocemos, gran tirador de barra,
luchador extremado y gran jugador de pelota; corre como un gamo, salta
más que una cabra y birla a los bolos como por encantamento; canta como
una calandria y toca una guitarra que la hace hablar, y, sobre todo,
juega una espada como el más pintado.
-Por esa sola gracia -dijo a esta sazón don
Quijote- merecía ese mancebo no sólo casarse con la hermosa Quiteria,
sino con la mesma reina Ginebra, si fuera hoy viva, a pesar de Lanzarote
y de todos aquellos que estorbarlo quisieran.
-¡A mi mujer con eso! -dijo Sancho Panza, que
hasta entonces había ido callando y escuchando-, la cual no quiere sino
que cada uno case con su igual, ateniéndose al refrán que dicen: Cada
oveja con su pareja. Lo que yo quisiera es que ese buen Basilio, que ya
me le voy aficionando, se casara con esa señora Quiteria; que buen siglo
hayan y buen poso, iba a decir al revés, los que estorban que se casen
los que bien se quieren."
Miguel de Cervantes. Don Quijote de la Mancha, II -XIX