Dos de los más prometedores músicos del momento, hermanos además, nos proponen un programa que se abre con la primera de las dos últimas sonatas para violonchelo y piano de Beethoven, sorprendente por su estructura y cuyo aliento anticipa ya sus postreras obras para piano o cuarteto de cuerda. A su lado, un grupo de composiciones, de la miniatura con diverso pretexto a la gran forma, de quienes fueron maestro y discípulo mientras, a la vez, se influían mutuamente desde visiones complementarias de la modernidad: los británicos Frank Bridge y Benjamin Britten. Las sonatas de ambos son obras mayores de la literatura camerística del siglo XX . La de Bridge, marcada por los años de guerra, con su memorable primer tema; la de Britten —que nacería como consecuencia de su encuentro y posterior amistad con Mstislav Rostropóvich—, con su sorpresiva estructura en forma de suite que enamoró de inmediato a su dedicatario.
Programa
Ludwig van Beethoven (1770-1827)
Sonata para violonchelo y piano nº 4 en do mayor, op. 102, nº 1 (1815)
Benjamin Britten (1913-1976)
Tema ‘Sacher’, para violonchelo solo (1976)
Frank Bridge (1879-1941)
Sonata para violonchelo, H 125 (1913-1917)
Scherzo, H 19a (ca. 1902)
Mélodie, H 99 (1911)
Spring Song, H 104, nº 2 (1912)
B. Britten
Sonata para violonchelo y piano en do mayor, op. 65 (1961)