Richard Strauss no fue el primer compositor en culminar una ópera con el éxtasis amoroso de una soprano al lado del cadáver de su amante –se le adelantó cuatro décadas Wagner en Tristán e Isolda–, pero si tuviéramos que tildar de necrófilo a alguno de estos dos títulos finalistas en este peculiar torneo, sería el de Salomé (1905).
El escandaloso libreto –basado en Oscar Wilde, pero repleto del espíritu «transvalorador» que con tanta fruición celebró el joven Strauss en la obra de Nietzsche– constituye solo el punto de partida de una propuesta musical salvaje y refinada a partes iguales, que renueva la herencia wagneriana a golpe de efectismo aprendido de la giovane scuola italiana (el verismo) y que convierte así a Salomé y Juan el Bautista en los reversos perversos y tenebrosos de Isolda y Parsifal, respectivamente.
El ulterior salto a la atonalidad de Schönberg y sus discípulos y la irrupción del Stravinski de La consagración de la primavera en París recolocaron las fichas del tablero musical centroeuropeo en menos de diez años. Pero durante al menos este periodo, Salome tuvo el honor de ser la obra más vanguardista y audaz jamás escuchada, antes de convertirse en esa brutal experiencia musical que nunca nos cansaremos de repetir.
ORQUESTA NACIONAL DE ESPAÑA
David Afkham, director
Lise Lindström, Salomé
Tomasz Konieczny, Jochanaan
Frank van Aken, Herodes
Violeta Urmana, Herodias
Alejandro del Cerro, Narraboth
Lidia Vinyes Curtis, Paje
Josep Fadó, Judio I
Pablo García-López, Judio II
Vicenç Esteve, Judio III
Angel Rodriguez Rivero, Judio IV
David Cervera, Judio V y Nazareno I
Tomeu Bibiloni, Nazareno II y Soldado I
David Sanchez, Soldado II
Pedro Llarena Carballo, Capadocio
Francesca Calero, Esclavo
Alexandra Goloubitskaia, Correpetidor + Coach
Josep Gil Gil, Asistente Dirección
PROGRAMA:
Richard Strauss: Salomé, op. 54 (Ópera en versión concierto)