Al menos tres generaciones de melómanos han comprendido el significado y el alcance de la música minimalista a través de la obra de Philip Glass (Baltimore, 1937), autor venerable y de producción vastísima, aunque quizá no tanto como la impronta que ha ido dejando en compositores cultos y populares. Capaz de convertir su música absorta, vertiginosa y repetitiva en un sello personalísimo e inconfundible, debemos anotarle el mérito adicional de alcanzar cifras de ventas insólitas con álbumes como North star (que en 1977 causó honda impresión en Mike Oldfield), Einstein on the beach (1979), Glassworks (1982) o el prodigioso Koyaanisqatsi (1982). Pero emociona todavía más descubrir que a sus ochenta y cuatro años se conserve tan pletórico como para estrenar una nueva ópera, Circus days and nights, en la ciudad sueca de Malmö; en este recital, en el que abordará sus primeros trabajos, también se estrenará en España la pieza Music in eight parts.
Equipo artístico
Retrospectiva